lunes, 26 de agosto de 2013

Capitulo 20. Claudia vuelve a casa, pero eso no es lo único.

Ya entraron los chicos a verla, ellos entraban con ilusión por verla de nuevo pero la reacción de Claudia fue de sorpresa total…
-Álvaro, Lucia… ¿Quiénes son todos estos? – Dijo Claudia..
-Ha perdido la memoria? – Dijo Lola sin entender que pasaba.
-Bueno, algunas cosas no se acuerda muy bien, pero la empieza a recuperar. – Respondió Lucia
-Pero entonces,  no sabe quiénes somos? – Dije yo.
- Que si tontos, que si se quienes sois. Gracias por venir todos a verme. –Dijo Claudia sacando una sonrisa.
-Enana, nos habías asustado. – Dijo Carlos mientras Paula la abrazaba con fuerza.
-Por favor, no nos des estos sustos. – Repitió Paula regañándola.
-Que si mamá… Ya no lo volveré a hacer. –Dijo Claudia con voz de niña pequeña.
-JAJAJAJAJAJAJAA – Empezaron a reír todos.
Así estuvieron un rato más, después se fueron a casa menos Dani, esa noche se quedaría el para que Álvaro pudiera descansar.

Pasaron los días, una semana en concreto. Los chicos habían estado 4 días fuera de conciertos, pero hoy era sábado y ya estaban aquí. Era horario de visitas puesto que todos estábamos dentro de la habitación cuando llamaron a la puerta, era el médico.
-Perdonen – Llamaron a la puerta. – Necesito que salgan todos los amigos de Claudia menos uno, necesito que se quede uno aquí también para que le pueda informar mejor, ella estará algo cansada.
-Me quedo yo. – Dijo Álvaro – Soy su novio, dígame lo que nos tenga que decir doctor.
-Miren, Claudia ya lleva una semana en planta para que se recuperase mejor; nosotros ya la hemos ayudado un poco a que se recuperase, ya todo va bien, solo tiene que seguir en casa otra semana en reposo…
-¿Qué quiere decir doctor? – Intervino Álvaro.
-Quiero decir que aquí ya la damos el alta. Tome, aquí lo tiene. –Dijo el médico entregándole un papel a Álvaro.
-¿Entonces nos podemos ir ya? – Dijo Claudia que estaba medio tumbada en la cama.
-Exacto, ya se pueden ir cuando quieran. Solo tendrán que volver si algo vuelve a ponerse mal, quiero decir: que si le duele mucho la rodilla, o si te das un golpe en ella o algo así. Pero normalmente si cumples el reposo no suele pasar nada.

Eran las 8 de la tarde cuando llegamos a casa, en cuanto llegamos nos sentamos, estábamos todos cansados.
-Oye, y ahora que cenamos? – Saltó Carlos.
-Yo no tengo ganas de cocinar – Dijo Blas.
-Ni yo. – Siguió Lola.
- Yo tampoco. – Repitió Álvaro.
-Debería de cocinar el rubio, que para eso protesta porque tiene hambre. – Dijo Dani divertido.
-Eso JAJAJAJA. Ale, Carlitos ponte a cocinar. – Le siguió David.
-Oye, a mi rubio le dejáis eh. – Nos advirtió Lucia mientras se acoplaba encima de las piernas de Carlos.
-Mi niña, como te quiero. – Y la besó con ternura delante de todos para dejar mal a los chicos.
- Claro, le defiendes porque es tu chico. – Le respondió Álvaro para picar a Lucia un poco.
-Hombre, es que mi chica es muy lista y defiende al mejor. – Dijo Carlos.
-Bueno ya, dejadlo ya. – Dijo Paula levantándose para coger el teléfono. – Llamamos, pedimos unas pizzas y cenamos en paz.
- Vees, yo tengo la mejor chica del mundo porque sabe salir de los problemas. – Contestó Blas haciendo comillas en el aire cuando decía la palabra problemas..
Trajeron la cena y cenamos todos en el salón mientras veíamos una película que echaban en la tele que se llamaba nose que de cazador de vampiros. Cuando terminó la peli nos quedamos hablando un rato todos juntos en los sofás.

A la mañana siguiente nos levantamos todos casi a la vez,  salimos a dar una vuelta y después nos fuimos a comer y a pasar la tarde por ahí.

Pasaron unas cuantas semanas y ya estábamos a principios de octubre, los chicos habían tenido 2 semanas de vacaciones, habíamos pasado mucho tiempo todos juntos aunque también habíamos tenido alguna escapada en parejas un par de días…

Hoy Lucia tenia ginecólogo; yo la acompañé ya que no tenía nada que hacer; la tocaba una revisión de estas anuales como a todas las chicas les toca. Paula, Lola y Claudia se fueron a comprar cosas que hacían falta en casa y los chicos llevaban dos días fuera, tenían dos firmas por el sur…

-¿Lucía López? – Pregunto una mujer de unos cuarenta años y de mediana estatura mientras abría la puerta de su consulta.
-Sí, aquí. – Respondió mi amiga.
-Pase! – Respondió la doctora. – Viene de acompañante? – Me preguntó. Yo asentí y me dijo que pasara con ella si quería.


Pasamos las dos, la hicieron varias pruebas a Lucia y a continuación la mujer se puso a mirar unos cuantos papeles que había traído Lucia en una carpeta. La doctora no tenía muy buena cara, algo malo pasaba?

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